Lanzarote es la isla más nororiental del archipiélago canario y la más cercana a la costa de la Península Ibérica. Geológicamente, es la isla más antigua y se formó por erupciones volcánicas hace unos 180 millones de años.
Echando un vistazo a sus paisajes, sus orígenes no son ningún misterio: Lanzarote está salpicada de norte a sur de conos volcánicos y sus rocas negras son testimonio de las continuas erupciones (la más reciente entre 1730 y 1736, desde el volcán Timanfaya), que han modelado el aspecto de la isla a lo largo de milenios.
No temas: ¡aquí no solo encontrarás desoladas extensiones de tierra roja y negra! Los vientos saharianos que azotan Lanzarote han creado calas y playas de arena dorada, un tesoro para quienes decidieron invertir en la construcción y la industria hotelera en la segunda mitad del siglo XX.
Pero al visitar Lanzarote durante unos días, no puedes dejar de notar que lo que realmente la hace única es su gente y cómo ha sabido adaptar su forma de vida a la isla para aprovechar al máximo su valor. Es imposible no fijarse en el verde brillante de los cultivos experimentales de vid, legumbres y cereales, que apuestan por la riqueza de los suelos volcánicos frente a la aridez del terreno. Y tampoco podrás evitar dejarte llevar por su cultura, sus tradiciones gastronómicas, su inconfundible estilo de vida.
Todo esto hará que tu estancia en Lanzarote sea mucho más que unas vacaciones: la variedad de paisajes, su clima extraordinariamente soleado y suave, la oferta de actividades para todas las edades y gustos, la eficacia de sus servicios y la sencilla autenticidad de sus habitantes harán que no quieras irte nunca.
Llegar a Lanzarote en ferry
Una de las formas de llegar a Lanzarote es en ferry. Desde la península española, los ferries salen semanalmente durante todo el año. Puedes elegir entre:
Actualmente, no hay rutas de ferry desde otros países.
Si, por el contrario, te encuentras en otra de las Islas Canarias, hay muchas conexiones que te llevan a Lanzarote:
El último puerto a mencionar es Órzola, que tiene conexiones diarias con el islote de La Graciosa.
Dónde alojarse en Lanzarote
Lanzarote no es muy grande, pero tiene varias zonas que merece la pena tener en cuenta a la hora de elegir dónde alojarse:
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Playa Blanca, en la costa sur, tiene las temperaturas más altas de la isla y está resguardada de los vientos. También ofrece hermosas playas como Playa de Papagayo, Playa Dorada y la misma Playa Blanca. Es una zona con muchos servicios y tranquila, por lo que es ideal si viajas con la familia o si buscas una zona para alojarte que sea cómoda y esté cerca de todo. Gracias al puerto cercano, también es perfecto si decides incluir Fuerteventura en tu itinerario.
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Puerto del Carmen: en la costa sureste, es el centro turístico más popular. Es perfecto si buscas diversión y vida nocturna, pero también puedes utilizarlo como base para aventurarte al Parque Nacional de Timanfaya. Aquí tampoco faltan playas, como Playa Chica y Playa Grande.
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Arrecife: justo al norte de Puerto del Carmen, es la capital y el puerto más importante de la isla. Aquí podrás disfrutar de la vida local en los numerosos restaurantes y sumergirte en la cultura en las callejuelas del casco antiguo. La playa principal es la Playa del Reducto, una de las más bellas de Lanzarote y muy popular por sus instalaciones y sus aguas tranquilas y cristalinas.
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Caleta de Famara: situada al oeste, se encuentra en un pequeño golfo encajonado entre el Atlántico y el Risco de Famara. Es el paraíso si te gusta el windsurf y el kitesurf, gracias a los vientos que soplan constantemente a lo largo de la costa. El pueblo es pequeño y la zona mucho menos bulliciosa, por lo que es ideal para refugiarse del ajetreo y disfrutar del ritmo de vida relajado por el que las Canarias son mundialmente famosas.
🚢 ¿Ya has hecho las maletas? ¡Sigue leyendo para conocer todos los detalles de las conexiones en ferry a/desde Lanzarote!