La electrificación de los puertos: una revolución verde desde el norte de Europa hasta el Mediterráneo
La electrificación de los puertos: una revolución verde desde el norte de Europa hasta el Mediterráneo
En los últimos años, la electrificación de los puertos se ha consolidado como una de las estrategias clave para la descarbonización del transporte marítimo. Con el endurecimiento de las normativas medioambientales europeas y el creciente interés por la sostenibilidad, numerosos puertos del norte de Europa y del Mediterráneo están invirtiendo en infraestructuras “verdes” capaces de suministrar energía eléctrica desde tierra (Onshore Power Supply - OPS) a los buques atracados.
España acelera en la transición verde
En el caso de España, los puertos están dando pasos firmes hacia la electrificación gracias al impulso de fondos europeos como el programa CEF (Connecting Europe Facility) y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Iniciativas que buscan reducir significativamente el impacto ambiental de la actividad portuaria, especialmente en ciudades con gran tráfico marítimo de pasajeros.
Puertos estratégicos como Barcelona, Valencia, Algeciras, Bilbao y Las Palmas están ejecutando o planificando proyectos para dotarse de sistemas OPS. Barcelona, pionera en el ámbito de la sostenibilidad portuaria, ha puesto en marcha el plan Nexigen, con el objetivo de electrificar gran parte de sus muelles antes de 2030. En Valencia y Algeciras, se están desarrollando conexiones eléctricas en tierra para ferris y portacontenedores, lo que permitirá reducir emisiones durante las escalas.
El norte de Europa marca el camino
Los puertos del norte de Europa, especialmente los escandinavos y alemanes, ya cuentan con muelles electrificados o están avanzando rápidamente hacia ello. Ciudades como Hamburgo, Estocolmo, Gotemburgo u Oslo destacan por haber implementado sistemas avanzados de suministro de energía procedente de fuentes renovables, permitiendo a los buques apagar sus motores térmicos durante las estancias en puerto. Esto se traduce en una reducción significativa de emisiones de CO₂, óxidos de nitrógeno y partículas.
En Noruega, la combinación entre puertos electrificados y ferris eléctricos o híbridos ha transformado la movilidad marítima local y se ha convertido en referente para el resto de Europa. Además del impacto ambiental positivo, estos proyectos generan beneficios en salud pública, calidad del aire y turismo sostenible.
Una apuesta común para un futuro más limpio
La electrificación de los muelles puede reducir hasta un 40% las emisiones asociadas a las operaciones portuarias. A medio plazo, incluso las islas menores podrían incorporar microredes alimentadas por energías renovables para atender el tráfico local de ferris y embarcaciones rápidas.
No obstante, el camino no está exento de desafíos: los altos costes de inversión, la necesidad de establecer estándares técnicos comunes y la imprescindible colaboración entre navieras, autoridades portuarias y proveedores de energía.
Aun así, la dirección es clara e irreversible. La electrificación de los puertos representa una transformación profunda de la movilidad marítima, que combina sostenibilidad, eficiencia energética e innovación. Una revolución que también beneficiará a los viajeros que usan el ferry, cada vez más conscientes del impacto ecológico de sus desplazamientos.