Puede suceder que tengas que cambiar tus programas de viaje, por lo tanto, modificar o cancelar una reserva ya efectuada. ¿Es posible cancelar un billete ya comprado? ¿Es posible realizar un cambio? ¿Tendré derecho a un reembolso o tendré que pagar una penalización?
A continuación, se muestra información para hacer el proceso más claro y sencillo.
En primer lugar, hay que recordar que el billete representa un contrato de transporte y, por lo tanto, los datos introducidos en la reserva deben corresponder exactamente a los pasajeros y vehículos que viajarán, ya que, de lo contrario, podría denegarse el embarque.
El billete, según el Código de Navegación, es personal e intransferible y solo válido para el transporte especificado. Además, todos los pasajeros, incluidos los menores, deben presentar en el puerto, junto al billete, también un documento de identidad válido, de lo contrario se denegará el acceso a bordo del ferry, sin derecho a ningún reembolso.
Todo pasajero está obligado a presentar el documento de viaje a cualquier oficial o funcionario de la naviera, que puede solicitarlo en cualquier momento.
No se acordará ningún reembolso por falta de embarque debido a la denegación por parte de la autoridad o la falta/insuficiencia de la documentación proporcionada por el pasajero o el vehículo.
El billete es válido, por lo tanto, solo y exclusivamente para los pasajeros, el vehículo, la ruta, la fecha y la hora reservada.
Muchas compañías navieras no permiten el cambio del titular del billete, pero todas las demás modificaciones son generalmente posibles, a menos que las condiciones del billete comprado lo nieguen. Los billetes emitidos, de hecho, aplicando ciertas tarifas promocionales o descuentos, pueden no ser modificables.
Si, por el contrario, la tarifa aplicada prevé posibles modificaciones, conviene informar de que estas implican siempre las llamadas "gastos por modificación". Las compañías pueden aplicar costes fijos y/o un ajuste de tarifas, en función de la modificación solicitada.
Por supuesto, los cambios son posibles solo después de la disponibilidad del servicio solicitado y generalmente se aceptan dentro de un límite de tiempo antes de la salida, que puede variar de unos días a unas pocas horas, según la compañía naviera y la ruta.
Una vez finalizado el contrato de transporte, la compañía naviera no puede rescindir el contrato mientras el pasajero tenga derecho a desistir. Si las condiciones de la tarifa del billete comprado prevén la cancelación - se recuerda que tarifas especiales pueden no admitir el reembolso en caso de cancelación - las compañías navieras aplican costes de penalización.
Cuanto más cerca esté la solicitud de cancelación de la salida programada, mayor será la penalización y menor será el reembolso. Casi todas las compañías navieras prevén el 100% de penalización por cancelaciones solicitadas por debajo de las 24h desde la salida.
Es fundamental advertir que en caso de retraso en el check-in, respecto a la hora indicada en la reserva, la compañía es libre de denegar el embarque al pasajero y no pagar ningún reembolso. El pasajero deberá asegurarse, antes de la salida, de que no se ha producido ninguna intervención de cambios relativos a la salida reservada. Las compañías navieras, para los casos previstos por el Código de la Navegación y para los casos de necesidad objetiva y/o fuerza mayor, tienen el derecho de suprimir una salida, de modificar eventuales escalas, de cambiar el puerto de salida/llegada, de destinar el buque a otra línea, de adelantar o retrasar la fecha o la hora de salida, de sustituir el medio de transporte.
Se recomienda consultar siempre las condiciones de transporte y de viaje de las compañías navieras elegidas, para estar al tanto de los posibles costes o limitaciones en caso de modificaciones y cancelaciones.